La situación del sector del transporte de mercancías por carretera sigue sin mejorar. Quizá sí en términos de actividad tras la pandemia de COVID-19, pero no en lo que a los plazos de pago se refiere. De hecho, el plazo medio de pago en el sector durante el mes de agosto se sitúa en los 81 días, lo que se traduce en que el 65% de los pagos a transportistas se realizan fuera de los plazos fijados por la Ley de Morosidad. Una constante dentro de la actividad, tal y como refleja el Observatorio Permanente de la Morosidad.
El plazo medio de pago en el transporte de mercancías por carretera no ha dejado de crecer en los últimos dos años y se mantiene de manera consistente por encima de los 80 días. Dentro de este escenario, el plazo medio de pago en el sector durante el mes de agosto fue de 81 días, cifra que supera ampliamente lo que marca la ley. Cabe recordar que la legislación vigente en materia de morosidad fija un plazo máximo de pago de 30 días desde la prestación del servicio, cifra que puede ser ampliable a 60 días si hay acuerdo entre las partes.
Con los datos del Observatorio Permanente de la Morosidad de FENADISMER en la mano, el 65% de las transacciones realizadas por los clientes de los transportistas a los profesionales autónomos o empresas del sector incumplen la Ley de Morosidad. A este dato hay que sumar que el 46% de los pagos dentro del sector se realizan a más de 90 días, mientras que el 24% superan los 120 días de plazo. Una situación que obliga a los transportistas a adelantar al menos una trimestral de IVA sin saber si van a cobrar las facturas pendientes.
Dejando a un lado los plazos de pago y analizando las transacciones que se han dado dentro del sector del transporte de mercancías por carretera, el medio de pago preferido por los clientes es la transferencia, presente en el 52% de los pagos. La siguiente opción predilecta es el confirming, vía de pago en el 37% de los acuerdos comerciales. Por su parte, el pagaré es el método usado en el 11% de los servicios prestados, mientras que el cheque se mantiene como opción residual al ser la vía utilizada en menos del 1% de los acuerdos.