El transporte de mercancías por carretera sigue siendo víctima de los efectos de la grave crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19. Una de las consecuencias de esta situación es el aumento cada vez mayor del plazo medio de pago de los clientes de transportistas. De hecho, durante el mes de febrero se ha producido un brusco ascenso del plazo medio de pago en el transporte de mercancías por carretera hasta los 87 días, cifra muy superior a la que se registraba en los meses anteriores al inicio de la crisis sanitaria.
En cuestión de un año, la situación en el sector del transporte de mercancías por carretera ha empeorado de forma notable, al menos en lo que respecta a los plazos de pago dentro de la actividad. Si en febrero de 2020 el plazo de pago medio de los clientes alcanzaba los 78 días, los datos de la última actualización del Observatorio permanente de la Morosidad iniciado por FENADISMER señalan que el plazo de pago ha crecido hasta los 87 días durante el mes de febrero de 2021.
Esta cifra supone un aumento del plazo medio de pago en el sector de 4 días respecto al mes de enero y de 9 en la cuota interanual. Una situación que se traduce, entre otras cosas, en el que el 71% de los clientes están incumpliendo la Ley de Morosidad en los pagos realizados a los transportistas, ya que la normativa regula un plazo máximo de pago de 30 días desde la fecha de prestación de servicio, intervalo que puede ampliarse hasta los 60 días si hay acuerdo entre las dos partes.
Los resultados del segundo mes de 2021 en referencia a los medios de pago preferidos dentro del sector no ofrecen grandes cambios respecto a meses anteriores. De hecho, el 45% de los clientes de empresas de transporte prefieren el pago mediante transferencia bancaria, aunque seguido muy de cerca por los clientes que optan por el ‘confirming’ (41%). Por su parte, el pagaré sigue siendo la opción predilecta del 14% de los clientes, mientras que el uso del cheque es cada vez más residual y está presente en menos del 1% de las transacciones.