La Plataforma Nacional por la Defensa del Transporte ha cedido mantener el paro indefinido del sector y no tomará una decisión sobre su continuidad hasta el fin de semana. Llegados a este punto, se antoja complicado de entender las motivaciones de la Plataforma, toda vez que el acuerdo entre Gobierno y CNTC es una realidad, las medidas derivadas del mismo entran en vigor este 1 de abril y un buen número de conductores autónomos y empresas han retomado la actividad tras ser parte del paro. Incluso Hiru y Tradisna se han desmarcado.
Las largas y duras negociaciones entre el Gobierno y el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC) han dado lugar a un paquete de medidas que han sido ‘incrustadas’ en el Real Decreto Ley que define el Plan Nacional de Respuesta a las Consecuencias Económicas y Sociales de la Guerra de Ucrania. Las primeras de estas resoluciones entrarán en vigor este 1 de abril, como es el caso de la bonificación de 20 céntimos por litro de combustible que se aplicará hasta el 30 de junio.
Mientras tanto, la plataforma convocante del paro parece hacer caso omiso al nuevo escenario que se dibuja con este acuerdo, incluso si la ministra Raquel Sánchez accedió a reunirse con Manuel Hernández, presidente de la plataforma. Con la premisa de no reemprender la marcha con condiciones peores a las que tenían antes del inicio de las negociaciones, ya que supondría un suicidio colectivo, la Plataforma espera nuevas medidas que permitan desarrollar su labor de manera viable y poder terminar este paro con dignidad.
A pesar de esta postura, la recuperación de la actividad sigue imponiéndose, incluso en áreas y regiones en las que ha habido un mayor seguimiento. Desde la Plataforma se asegura que es por las presiones recibidas y que todavía hay camiones parados suficientes como para alterar el normal funcionamiento de la economía. Enrocada en esta idea, la Plataforma ha perdido el apoyo del sindicato vasco Hiru y de la Asociación de Transportistas de Navarra (Tradisna), ya desmarcadas del paro que mantienen vivo, pero agonizando, los convocantes.