El pleno del Parlamento Europeo ha aprobado este martes por 615 votos a favor, 35 en contra y 46 abstenciones la creación del Fondo de Transición Justa de la Unión Europea, proyecto que busca la Transición Ecológica del sector transporte y de la industria en busca de la neutralidad climática. El importe total de la partida de este Plan de Transición es de 17.500 millones de euros, dotación económica que sale del marco financiero plurianual 2021-2027 de la UE -7.500 millones- y del Instrumento de Recuperación de la UE -10.000 millones-.
La Unión Europea trasladará esta partida económica a los distintos Estados miembro a partir de la creación de proyectos que se centren en la diversificación económica, la reconversión o la creación de empleo con la transición ecológica como punto de partida. El objetivo es avanzar hacia una economía europea circular, climáticamente neutra y sostenible, algo que afecta en gran medida al transporte de mercancías por carretera como uno de los sectores que debe afrontar mayores cambios para dar forma a este objetivo.
El Fondo de Transición Justa (JTF por sus siglas en inglés) financiará así programas de mejora y búsqueda de empleo, así como la inclusión activa de trabajadores, a medida que la economía europea avanza hacia la neutralidad climática. Se apoyará a las pymes y proyectos concebidos para crear nuevas empresas, así como a universidades e instituciones públicas de investigación relacionadas con esta área. También se llevarán a cabo inversiones en nuevas tecnologías energéticas, de eficiencia energética y de movilidad local sostenible. Quedan así fuera todo tipo de proyecto que se base en los combustibles fósiles.
Tarea de los Estados miembro es identificar los territorios más necesitados de una correcta transición energética y centrar en esas áreas los recursos del JTF. Además, a iniciativa del Parlamento, se pondrá en marcha un ‘Mecanismo de recompensa verde’ si los fondos se amplían más allá de finales de 2024, por lo que los recursos se distribuirán entre los Estados miembro según la reducción de las emisiones y el cumplimiento de los objetivos de cada uno de los proyectos realizados. Siempre bajo el compromiso de cada país de lograr la neutralidad climática para 2050 y bajo unos varemos concretos que inversión que marcará la Unión Europea.