La secretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Isabel Pardo de Vera, ha señalado que el proyecto para establecer peajes en las autovías españolas estará listo en los próximos meses, al menos antes de que acabe la legislatura.
«Sería una vergüenza irme sin un modelo perfectamente determinado», ha afirmado Pardo de Vera durante su intervención en un acto de Nueva Economía Fórum, donde ha precisado, no obstante, que solo se aplicará cuando se despeje el contexto de inflación y otros criterios que siguen aportando incertidumbre a la economía.
«Nunca es buen momento para hablar de ello», ha ironizado con relación a los tiempos políticos, aunque ha indicado es una obligación y un compromiso con europea». «En los próximos meses se dejará listo para que quien quiera ponerlo lo haga sin problema. Y si me toca a mí, los haré sin titubeos, porque el proyecto va a estar trabajado y podrá establecerse sin problemas», ha añadido.
Pardo de Vera ha indicado que a este sistema no se le debe llamar «pago por uso», sino que es una adaptación a un modelo de sostenibilidad que integre la tecnología, la electrificación y la digitalización, para favorecer la seguridad vial, la progresividad y la cohesión territorial.
«Hay que buscar soluciones a la falta de mantenimiento de las infraestructuras que ha habido durante demasiados años. Es una exigencia emanada de Europa que obliga a establecer fórmulas para mantener la seguridad en las carreteras. Los cambios van más allá y se centran en criterios de sostenibilidad, digitalización, electrificación», ha zanjado la secretaria de Estado.
Pardo de Vera también se ha referido a otros asuntos relacionados con su Departamento, como la falta de mano de obra en la construcción y la aparente desconexión que hay entre ministerios para alcanzar una solución a la contratación de inmigrantes.
Sin embargo, ha defendido que todos los ministerios involucrados –Transportes, Movilidad y Agenda Urbana; Trabajo y Economía Social e Inclusión, Seguridad Social y Migraciones– ya están alineados para buscar una solución a la falta de mano de obra en el sector, que requerirá de 200.000 puestos de trabajo para sacar adelante los proyectos vinculados a los fondos europeos.
«Con un 12% de paro estructural y mucha inmigración, lo lógico sería encontrar una solución. Primero se recurrirá a desempleados e inmigrantes irregulares con formación reglada y a la posibilidad de obtener un permiso de residencia. Si no se cubre la demanda con eso, se pasará a una estrategia centrada en contrataciones internacionales sin demora», ha explicado.