No son pocos los problemas de movilidad existentes en la actualidad, tanto para los usuarios en general como para los profesionales del sector del transporte de mercancías por carretera. Pese a la difícil situación que se vive en este aspecto, la ONU parece haber decidido que es buen momento para añadir otra variable que puede ser un tanto innecesaria. En un reciente plan de acción para reducir el número de muertos y lesionados por accidentes viales, la ONU ha propuesta limitar la velocidad en las autopistas a 100 km/h.
De hecho, el plan de la ONU no sólo contempla reducir el límite de velocidad en las autopistas a 100 km/h, sino que también propone establecer un límite de 30 km/h en todas y cada una de las vías urbanas y de 80 km/h en las carreteras convencionales. De hecho, esta son varias de las medidas estrella del documento presentado por la ONU bajo el título ‘Plan Global de la Década de Acción por la Seguridad Vial (2021-2030)’ y que ha sido elaborado junto a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El objetivo de este plan es reducir en un 50% la mortalidad y siniestralidad vial antes de 2030, aunque para tal fin se requiere un mayor compromiso político de los países. De hecho, hay que recordar que la ONU ya presentó un documento de un perfil similar en 2011, con resultados que no estuvieron cerca de lo esperado. Entre otras cosas porque uno de los puntos clave de este proyecto y del anterior es la implicación de los Estados a la hora de realizar mayores inversiones en infraestructura.
Más allá de límites de velocidad y de la inversión necesaria para mejorar la seguridad vial de las carreteras, otro punto del plan de la ONU es que los Estados tomen mayores medidas sobre la ingesta de alcohol para conductores. España y otros países de la Unión Europea obligarán a partir de 2022 a contar con alcoholímetros antiarranque en los vehículos. Además, también se apuesta por fomentar el uso de distintos sistemas de ayuda a la conducción como el asistente inteligente de velocidad o la alerta de somnolencia.