Una de las medidas más polémicas tomadas por el Servicio Catalán de Tránsito en 2021 fue imponer limitaciones al normal tráfico de camiones en la AP-7 durante todos los domingos. A diferencia de otras vías en las que está prohibido el tráfico de vehículos pesados, en la AP-7 los camiones pueden seguir circulando, pero los domingos entre las 15 y las 22 horas deben ir por el carril derecho, a una velocidad no superior a 80 km/h y sin adelantar durante un tramo de 160 kilómetros. Una medida que se ha extendido al ejercicio 2022.

Aunque las asociaciones de transportistas con FENADISMER a la cabeza han criticado de forma contundente esta medida por ser desproporcionada, la realidad es el Servicio Catalán de Tránsito no sólo ha mantenido esta restricción, sino que ha dado luz verde para que los agentes a multar a los camiones que no cumplan con esta restricción. Una circunstancia que deben tener muy en cuenta los 13.000 vehículos pesados de transporte de mercancías por carretera que circulan por la AP-7 durante los fines de semana.

Según las autoridades catalanas esta medida se ha tomado para garantizar la seguridad vial y mejorar la fluidez del tráfico en la AP-7 durante los domingos, jornada en la que se produce un pico de usuarios que retornan hacia sus domicilios. Por ese motivo, los camiones de más de 7,5 toneladas que no circulen por el carril derecho a una velocidad máxima de 80 km/h o lleven a cabo algún adelantamiento estarán expuestos a una multa de 200 euros, cifra que puede quedar en la mitad por la reducción del 50% por pronto pago.

Los agentes vigilarán esta circunstancia en el tramo de 160 kilómetros que va desde Girona Nord a El Vendrell en ambos sentidos de la marcha. Sin embargo, no serán los únicos en estar ‘ojo avizor’, ya que se instalarán radares para localizar a los infractores y proceder a imponer estas sanciones de 200 euros. Mientras tanto, el sector transporte sigue criticando que esta medida siga vigente sin previsión a que se pueda anular a corto plazo.