El transporte de mercancías por carretera vive una situación crítica por los efectos económicos derivados de la pandemia de COVID-19. Una circunstancia que no ha hecho más que agravar los plazos medios de pago a las empresas de transporte, aumentando de forma alarmante la morosidad dentro del sector. Un problema que está asfixiando a muchas empresas y que ha hecho ya desaparecer a muchas otras por falta de liquidez. Por ese motivo, se hace cada vez más necesario un cambio normativo para esclarecer el futuro inmediato de las compañías que luchan por sobrevivir.
Los impagos siempre han sido un auténtico lastre para las empresas del sector transporte y en tiempos de pandemia, los plazos de pago se han disparado dentro de la actividad. El promedio de pago de los clientes a las empresas de transporte está por encima de los 80 días, superando los datos previos a la crisis del COVID-19. Un 78% de las pymes reconocen haber aceptado plazos de pago desfavorables, mientras que el 68% de los clientes de empresas de transporte incumplen la Ley de Morosidad.
En este aspecto, el sector transporte está pendientes de la evolución del anteproyecto de ley que dibuja un régimen sancionador más severo contra la morosidad y que ya fue aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 9 de febrero. Una ley que ahora debe pasar por votación en el Parlamento para su tramitación y aprobación final. Si finalmente entra en vigor, el régimen sancionador introduce multas que van desde los 1.000 hasta los 6.000 euros para los clientes que no paguen en el plazo máximo legal de 60 días.
Además, está previsto que se publiquen todas estas sanciones impuestas contras los clientes y/o empresas que incumplen con los plazos de pago con fines disuasorios. Transportistas, agencias, empresas de transporte, centros de producción y comercios deben así recurrir a soluciones innovadoras para cobrar sus facturas, soluciones que en muchos casos pasan por pactar plazos de pago por encima de la ley y asumir el sobrecoste de créditos bancarios para cubrir los agujeros que dejan estas facturas en las cuentas diarias de las empresas.