El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana todavía no ha iniciado los trámites para la puesta en marcha de la línea de ayudas para la renovación de la flota y la digitalización de las empresas de transporte de mercancías por carretera. A falta de poco más de tres meses para la finalización del ejercicio y ante una situación tan difícil como la que atraviesa el sector por la crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19, parece difícil de entender que esta línea de ayudas para la modernización de la actividad todavía no esté activa.
Aunque es cierto que la salida del Ministerio de Transportes de José Luis Ábalos y la llegada de Raquel Sánchez no ha facilitado la normal actividad, el sector transporte no deja de mostrar su estupefacción por la línea de actuación del Ministerio. Pese a contar con un presupuesto un 53% superior al del pasado ejercicio gracia a los Fondos Europeos del Plan de Recuperación Resiliencia, lo cierto es que la partida para la línea de ayudas para el abandono de la actividad no ha crecido, misma situación que se da con la línea de ayudas para la formación.
Por si esto no fuera suficiente, la línea de ayudas de 400 millones de euros para la renovación de la flota de transporte y el programa de 100 millones para la digitalización de las empresas del sector siguen sin tener una convocatoria abierta. Una situación especialmente grave en el primer caso, ya que esta línea de ayudas estaba concebida para compensar el hecho de que el transporte de mercancías quedara excluido del Plan MOVES del Ministerio de Transición Ecológica y del Plan RENOVE del Ministerio de Industria.
En este aspecto, el sector del transporte de mercancías por carretera se siente especialmente agraviado. Y es que además de quedar fuera de las líneas de ayudas de otros ministerios, están viendo como el Ministerio de Transportes tampoco vela por sus intereses. Y mientras estas dos convocatorias no se han puesto en marcha, sí que se ha activado la línea de ayudas de 1.000 millones de euros dirigida a la renovación de las flotas de autobuses de los ayuntamientos y a la digitalización de la movilidad urbana. Un sinsentido.