La indignación dentro del sector del transporte de mercancía por carretera con la actuación del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana no deja de crecer entre los conductores profesionales. El injustificado retraso del Ministerio a la hora de llevar a cabo la transposición de la Directiva Europea de 2018 que regula la formación CAP de los conductores profesionales y que permite el desarrollo de teleformación como complemento de la formación presencial es inaceptable. Lejos de dar explicaciones, el silencio impera ante esta situación.
Y es que el retraso que acumula el Ministerio de Transportes no es pequeño precisamente, ya que han trascurrido 18 meses desde la fecha en la que tendría que haberse publicado el Real Decreto que tenía que regular la formación del CAP. Con todo, más preocupante que esta demora es la falta de respuestas por parte de los responsables ministeriales. La situación no evoluciona en ningún sentido y los conductores profesionales siguen sufriendo un grave perjuicio por esta circunstancia, tanto a nivel personal como en el desarrollo de su labor.
Por un lado, los conductores profesionales no pueden disfrutar de una teleformación que les permita mejorar la conciliación familiar y el desarrollo de su vida social. Por otro, el retraso que se está produciendo a la hora de poder cursar la formación CAP también afecta a la disponibilidad de chóferes profesionales en un momento en el que el sector atraviesa una grave crisis por la falta de conductores que puedan conducir camiones y autobuses a partir de la creciente demanda.
Al final, la teleformación en el CAP permite mayores facilidades de acceso a la misma, sobre todo en las zonas despobladas donde no existen centros o están muy alejados de los hogares de los conductores. Permite a su vez una mejor conciliación familiar, ya que la formación se suele realizar durante los fines de semana para no afectar a las jornadas laborales de los chóferes. Además, la teleformación permite a España modernizarse, utilizar metodologías innovadoras más atractivas, fomentar el aprendizaje activo y aprovechar los ilimitados recursos virtuales, todo con una mayor flexibilidad y ahorro.