El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha recibido 550 propuestas, tanto del sector público como del privado, para llevar a cabo distintas actuaciones que permitan mejorar la Red de Carreteras del Estado. Aunque las soluciones en su inmensa mayoría están enfocadas en la transformación, digitalización y descarbonización de la gestión de la Red de Carreteras, la Administración todavía está analizando las soluciones propuestas por empresas y centros de investigación para tal fin.
Una vez estudiadas las propuestas y las necesidades reales, el Ministerio de Transportes se encargará de elaborar los pliegos de contratación y compra. Se espera que las conclusiones puedan presentarse el próximo mes de junio. Conclusiones que nacen de una fase de consulta en la que han participado empresas tecnológicas, consultoras, ingenierías, constructoras, firmas del sector de la automoción y compañías dedicadas a la conservación de carreteras y cuidado del medio ambiente, así como universidades, centros de investigación y asociaciones privadas.
Aunque las propuestas son muy diversas, todas se han dividido en 10 retos y/o objetivos, que a su vez se dividen en 34 subrretos. Con todo, la mayoría de las propuestas están encaminadas al uso de nuevas plataformas de datos para la optimización viaria, a la digitalización de las obras, al desarrollo de firme sostenible y descarbonizado, la integración de plataformas de datos y racionalización de túneles, a estudios y auditorias para el desarrollo de una red viaria apta para vehículos automatizados y a otras cuestiones como sistemas de diagnóstico del firme o de eficiencia en la iluminación.
Tras el primer análisis, hasta 147 soluciones de las presentadas tienen un alto interés y potencial de desarrollo. Con todo, estas propuestas se tienen que llevar a cabo a través de procedimientos de contratación de servicios u obra, por lo que todavía habrá un periodo de transición hasta su adaptación. Además, el Ministerio de Transportes tiene que estudiar la propiedad intelectual del producto final, la madurez tecnológica de la solución y otros aspectos asociados en busca de un nuevo concepto para la descarbonización de las carreteras a distintos niveles.