La industria del automóvil se debate en cómo afrontar la transición hacia la movilidad libre de emisiones. La electrificación de los vehículos mediante con la tecnología de baterías parece el camino elegido, pero un reciente estudio de Interact Analysis señala que la tecnología de pila de hidrógeno o la utilización de hidrógeno en motores puede ser el camino para un sector tan importante como el transporte de mercancías por carretera. La clave está en las peculiaridades de los camiones
Entre las conclusiones del estudio, se destaca que la tecnología de hidrógeno en el transporte de mercancías por carretera puede ser la solución más idónea, augurando que el mercado de camiones de hidrógeno llegará a las 45.000 unidades en 2030. Una cuestión que radica en los problemas para la electrificación de los camiones por la autonomía y el ato volumen de carga, algo que parece menos problemático con el hidrógeno por los tiempos de recarga y el propio almacenaje de esta fuente de energía.
El gran problema hasta ahora son los elevados costes derivados del desarrollo de la tecnología del hidrógeno, así como la limitada disponibilidad de hidrógeno verde. Se necesita una clara apuesta por esta tecnología y soluciones emergentes con importantes inversiones tanto a nivel público como privado. La circulación de autobuses urbanos propulsados por hidrógeno o los recientes proyectos de camiones de la basura que utilizan esta energía son el camino a seguir por el resto de la industria de los vehículos pesados.
El 25% de los vehículos pesados de hidrógeno destinados a la carga que circulan por Europa son camiones de recogida de residuos. Un modelo que está funcionando en países del tamaño de Alemania, donde la inversión de 354 millones de euros más reciente se ha destinado a la adquisición de 146 camiones de basura con pila de combustible y 22 camiones barredores con idéntica tecnología. Al final, el sector público corrige el elevado precio de estos vehículos con la publicidad positiva que generan.