LLACER en liquidación, y mucho sector en camino – Editorial

El cierre y liquidación de una de las empresas referentes del sector como es LLACER, ha terminado de agitar unas aguas que ya bajaban revueltas en el sector.

Por eso si alguien tiene un poquito de sentido común en esto, de los que USAN el transporte, debieran de empezar a usarlo.
Y si alguien tiene aún tiene algo de sentido común en esto de APLICAR la legislación por las Administraciones que entienden del transporte, debieran levantar el pie del acelerador.

El hartazgo que se detecta padece el sector del transporte por carretera, ha pasado de hacer mella a imponer la irracionalidad, pues cuando la ruina llama a la puerta, la sensatez salta por la ventana, porque nada se tiene que perder.

La ecuación aumento de costes, imposición de bajada de precios del transporte impuesto por los clientes, no casa con la lógica o mejor dicho no es lo más conveniente para la explotación de una empresa, y mucho menos cuando ya no hay de dónde.

Dejar al sector como un gato encerrado en una habitación y todos amenazándole con un palo, no puede llevar a nada bueno, eso lo sabe hasta el más tonto.

La estructuración que se está produciendo (curiosamente de todos a la vez, espero que no sea porque se hayan puesto de acuerdo) de todos los que suministran a los transportistas, véase las constructoras de camiones o de semi remolques, que están imponiendo un radical cambio en las reglas del juego, va a ser devastador para el futuro del sector.

Al sector ya no le queda nada para dar, el céntimo sanitario lo ha gastado, las plus valías que tuvieron en algún tiempo del material que cambiaban lo pulieron, los avales de empresa ya no los quieren ni las financieras, ni los bancos, y los personales si los hacen valer sólo les va a servir para tener una muy mala jubilación, eso el que se lo pueda permitir.

De nada ha servido que el sector haya hecho de todo para sobrevivir, porque eso mismo le ha llevado a auto engañarse y por eso ahora tiene lo que tiene, unos clientes envalentonados a los que no tiene medios para plantar cara por la posición dominante que les ha permitido tener, y una ruina real que no se la quita de encima.

Sólo podemos decir a la hora de hacer este artículo que se detecta un caldo de cultivo que va a llevar al sector más pronto que tarde a una huelga indefinida, que le permita poner las cosas en su sitio, ya que ser buenos, particularmente al transporte por carretera ni le ha, ni le está sirviendo de nada.

Esperemos que esta vez no sea tan incauto de avenirse a realizar una huelga de 3 días como en el 2008, en la que ganaron cargadores y operadores, y perdió el de siempre, el que debiera de haber ganado que es el que hace el trabajo y soporta los aumentos de costes y los precios que le imponen.

Y por si tenía poco encima, el movimiento y falta de conductores, que amenaza con darle la puntilla final.

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