La liberalización de la AP-7 ha provocado que esta vía, ya sin peajes, sea utilizada diariamente por 15.000 vehículos pesados dedicados al transporte de mercancías por carretera. Esta cifra supone casi el doble de camiones de los que utilizaban la AP-7 cuando la carretera era de pago, cifra que también se ha disparado por las restricciones a la circulación existentes tanto en la N-340 como en la N-240 para camiones. Mientras tanto, las áreas de descanso para vehículos pesados no han aumentado.
En este sentido, mientras 15.000 camiones circulan a diario por el tramo de la AP-7 que surca las provincias de Castellón y Barcelona, las plazas de aparcamiento no han crecido en igual proporción que el tráfico. De hecho, apenas hay cien plazas de estacionamiento para camiones en las tres únicas áreas de servicio que hay en la AP-7 en Cataluña, por lo que los conductores no pueden hacer sus paradas obligatorias cada cuatro horas y media o llevar a cabo su descanso diario o semanal en este tramo de la vía.
En este sentido, FENADISMER ha denunciado una vez más esta situación ante la falta palpable de respuesta por parte del Servicio de Tránsito de Cataluña. Al final, la escasez de plazas de aparcamiento seguras para camiones está provocando condiciones de precariedad entre los conductores profesionales, ya que estos se ven obligados a parar sus camiones en las entradas y salidas de las autopistas o en los arcenes, con el riesgo para la seguridad vial que ello conlleva.
Una situación que además se torna todavía más injusta contra los conductores profesionales si se tiene en cuenta que mientras tienen que asumir condiciones precarias para llevar a cabo sus descansos, el Servicio de Tránsito de Cataluña cada vez está limitando más la circulación de camiones en la AP-7. Casi parece acoso y derribo contra el sector si se tiene en cuenta las restricciones de circulación a velocidad limitada y exclusivamente por el carril derecho para facilitar así el tráfico de los vehículos de turismos que circulan por este tramo.