Las pequeñas empresas son las principales afectadas por la morosidad, debido al retraso en los pagos más allá del plazo legal de 60 días establecido por la legislación española. Las dificultades financieras que enfrentan, y los altos costos asociados, hacen que este retraso en el cobro de sus servicios amenace su supervivencia.
En octubre de 2021, como resultado de un acuerdo entre el Ministerio de Transportes y el Comité Nacional, se implementó un baremo sancionador de la morosidad en el transporte, demostrando ser la única opción efectiva para garantizar que los clientes paguen a tiempo. Según los datos del Observatorio de la Morosidad en el Transporte, gestionado mensualmente por la Fundación El Quijote en colaboración con Fenadismer, el plazo medio de pago en este sector es de aproximadamente 65 días, con variaciones menores según el mes.
La situación es diferente en otros sectores económicos, donde el plazo medio de pago, de acuerdo con un estudio de CEPYME (Confederación Empresarial de Pequeñas y Medianas Empresas), es de 84 días y sigue aumentando. Esto representa un retraso de más de 24 días sobre el plazo legal de pago.
CEPYME destaca que, al igual que en el sector del transporte de mercancías, no habrá solución a la morosidad sin un régimen sancionador que penalice económicamente los pagos fuera de plazo.
Este problema de morosidad no es exclusivo de España. Los negocios en toda Europa sufren esta situación, y por ello el Parlamento Europeo está trabajando en una propuesta para reducir los plazos de pago a 30 días y establecer sanciones por incumplimiento. En España, aunque el plazo legal es de 60 días desde que se presta el servicio, la ley no impone sanciones a quienes no cumplen con este plazo. Esto, a pesar de que hace más de veinte años el Parlamento español prometió aprobar un régimen sancionador que diera eficacia a la Ley de la Morosidad.
Es alentador que el transporte de mercancías por carretera cuente con un régimen sancionador de la morosidad, lo que ha permitido reducir drásticamente los plazos de pago en el sector, acercándolos al plazo legal.
CEPYME también señala que no todas las empresas enfrentan el mismo plazo medio de pago. Las microempresas son las más afectadas, con un promedio de 89,5 días para cobrar. Las medianas empresas esperan 83,2 días de media, mientras que las grandes empresas experimentan una reducción gradual en sus plazos de cobro. En resumen, cuanto más pequeña es la empresa, más tiempo debe esperar para cobrar y más debe endeudarse para financiarse, situándola en una situación muy precaria.
VIA: https://www.fenadismerencarretera.com/la-suerte-del-transporte-al-contar-con-un-regimen-sancionador-de-la-morosidad/