Los países de la UE apuestan por un transporte que favorezca el crecimiento económico y la cohesión social, pero sin perder de vista la necesidad de minimizar su impacto ambiental.
La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha destacado ese doble reto. «La movilidad es un instrumento esencial para el crecimiento económico y para la cohesión social, pero también debemos ser conscientes de la huella ecológica, debemos minimizar el impacto ambiental«, ha indicado.
Lo ha dicho este viernes en rueda de prensa, junto a la comisaria europea de Transporte y Turismo, Adina Valean, tras la reunión informal ministerial de Transportes en la que han participado 21 ministros de la Unión Europea, así como otros representantes.
En la sesión celebrada este viernes, se ha analizado «el papel del transporte como herramienta de cohesión social y territorial«, ha explicado Sánchez, así como la necesidad de abordar la descarbonización del transporte y las ventajas de la digitalización.
Ha subrayado que el objetivo de las administraciones es dar «respuesta a las necesidades de los ciudadanos», así como enfocar la movilidad como un derecho ejercido en igualdad de condiciones, sin atender al nivel adquisitivo o las condiciones territoriales.
Los ministros europeos han analizado el transporte «como herramienta decisiva para combatir la despoblación», ha dicho la ministra.
DECLARACIÓN DE BARCELONA
Todos esos retos se han recogido en la llamada Declaración de Barcelona, suscrita por los ministros asistentes y en la que se reconoce «el papel esencial del transporte para garantizar las oportunidades de las personas, poner en el centro de las políticas esa visión ciudadana, para que nadie se quede atrás, que se dirijan a mejorar la calidad de vida de las personas«, ha añadido Sánchez.
También se han debatido experiencias exitosas de todos los estados miembros en materia de transporte, y cómo debe ser el modelo de gobernanza y colaborativo entre administraciones.