En el transporte de mercancías por carretera, la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (ASTIC) destaca un 2024 positivo, con un crecimiento del 8% en el volumen transportado dentro del territorio nacional, alcanzando los 418 millones de toneladas. Sin embargo, el 2025 se vislumbra como un año lleno de desafíos.

Aunque se prevé un crecimiento del 1,7% en el volumen de transporte en la UE, el sector enfrenta retos como la implementación de peajes por emisiones de CO2, el incremento de los costes operativos y la inseguridad jurídica asociada a constantes cambios regulatorios.

Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de ASTIC, resalta que el transporte por carretera sigue siendo el «termómetro de la economía». Propone medidas que impulsen la descarbonización sin poner en riesgo la viabilidad económica de las empresas, y enfatiza la necesidad de solucionar la escasez de conductores mediante formación y mejoras en sus condiciones laborales.

El transporte internacional, clave para España, también enfrenta obstáculos significativos. En Francia, el aumento del déficit público y la contracción de la actividad industrial afectan directamente a las rutas españolas. En paralelo, Alemania, ya en recesión, ha reducido su consumo y exportaciones, lo que podría estancar el volumen de exportaciones españolas, que en su mayoría se transportan por carretera. ASTIC subraya la urgencia de modernizar las infraestructuras nacionales para garantizar competitividad y fomentar un transporte más eficiente y sostenible.

Por su parte, la patronal logística UNO pone de relieve la importancia de la transformación digital y la sostenibilidad como pilares de la competitividad del sector. Francisco Aranda, su presidente, considera que 2025 será un año crucial para modernizar las infraestructuras y avanzar hacia un modelo de transporte intermodal más eficiente. Señala que la aprobación de la Ley de Movilidad Sostenible será un paso clave para establecer un marco normativo que guíe al sector hacia objetivos comunes de digitalización y descarbonización.

UNO también enfatiza la necesidad de aumentar la inversión en el ferrocarril, que actualmente transporta menos del 4% del volumen total de mercancías en España, muy por debajo de otros países europeos. Estas inversiones son esenciales para posicionar a España como un hub logístico de referencia en Europa.

Otro desafío clave para UNO es flexibilizar la regulación laboral, permitiendo a las empresas adaptarse mejor a los cambios del mercado. Aranda critica las actuales rigideces del mercado laboral, que dificultan la contratación eficiente y desincentivan la creación de empleo. Además, insta a abordar las altas tasas de absentismo laboral y a modernizar los convenios colectivos para evitar competencias desleales en el sector.

Finalmente, destaca la importancia de atraer talento joven y garantizar el relevo generacional. Para ello, propone fortalecer la formación profesional y desarrollar programas específicos para los trabajadores del sector, mejorando la percepción y las condiciones laborales de los empleados y dignificando la profesión.