El director general de Tráfico, Pere Navarro, ha enviado una carta a las organizaciones nacionales del transporte en la que confirma su intención de establecer una nueva restricción de camiones en la AP-1 y la N-I todos los domingos del verano y diferentes festivos «por el bien de la movilidad y la seguridad vial».
Como justificación de la aplicación de las nuevas restricciones, en la misiva afirma que en el tramo liberado de la autopista ha aumentado la circulación un 24% en relación al año 2018.
El sector confía aún en que el BOE pueda modificar aún las condiciones iniciales y que las restricciones no sean inamovibles como se desprende de la redacción inicial. En este sentido, podría conceder a la Subdelegación del Gobierno la potestad de levantar la prohibición algunos de esos días en función de las condiciones del tráfico.
Hay que recordar que la idea de la DGT de prohibir el paso de camiones por la AP-1 y la N-I las tardes -de 16 a 21- de los domingos entre el 7 de junio y el 13 de septiembre no ha sentado nada bien a las empresas del transporte. Si el borrador del decreto anual que establece las restricciones a la circulación de mercancías incluye finalmente esta medida «constituirá una agresión» contra el sector, se quejaba hace un mes José Luis Olivella, el presidente de Asebutra, la patronal burgalesa.
Además, si sale adelante «las compañías de la provincia, e incluso algunas de Palencia o Valladolid» se verían abocadas «a instalarse en el País Vasco» para no «perder una jornada de trabajo», una circunstancia que restaría competitividad a los transportistas internacionales.