La Comisión Europea impulsa una normativa para aumentar los vehículos de cero emisiones en flotas corporativas, pero enfrenta resistencia de varios países

La Comisión Europea ha comunicado al Parlamento y al Consejo Europeos su intención de presentar, en el segundo semestre de 2025, una propuesta legislativa destinada a incrementar la proporción de vehículos de emisión cero en las flotas corporativas. Esta iniciativa busca reducir las emisiones contaminantes, fortalecer la competitividad de los fabricantes europeos y, con políticas adecuadas, favorecer una transición climática equitativa.

Aunque existen medidas a nivel nacional, regional y local que ya generan beneficios, la Comisión considera que un marco legislativo a nivel europeo permitirá una adopción más acelerada de estos vehículos en el sector del automóvil.

En su comunicado, la Comisión también ha expresado su preocupación por el envejecimiento del parque de transporte en la UE. Actualmente, la edad media de los camiones en Europa alcanza los 14 años, con un mercado de vehículos usados que duplica al de unidades nuevas. Además, hay una clara tendencia de uso inicial en el Norte y Oeste de Europa, mientras que los camiones en su segunda o tercera vida operan en el Sur y Este del continente. En España, por ejemplo, los camiones rígidos tienen una media de 15 años y las tractoras, 9 años, casi el doble de la edad promedio registrada en 2007, según datos de FENADISMER.

Para la elaboración de esta normativa, la Comisión evaluará distintos factores, incluyendo qué entidades y tipos de vehículos serán priorizados, el impacto en la calidad del aire, las diferencias territoriales, la evolución tecnológica y el efecto del peso y volumen en las emisiones. Además, buscará equilibrar la competitividad del sector con la reducción de cargas administrativas, especialmente para las pymes.

Sin embargo, la propuesta ya ha generado oposición en varios Estados miembros. Según ha podido saber FENADISMER, los ministros de Transporte de Italia, Bulgaria, Chequia y Eslovenia han enviado una carta conjunta a la Comisión expresando su «gran preocupación» por una posible obligación legal de compra de vehículos de cero emisiones para operadores privados. Argumentan que una estrategia basada exclusivamente en la electrificación podría alterar las cadenas de suministro, incrementar costos, ralentizar la renovación de flotas y agravar la escasez de mano de obra.

Como alternativa, estos países defienden la «neutralidad tecnológica», permitiendo el uso de combustibles alternativos. A su juicio, los planes de descarbonización del transporte en la UE deberían reducir la intervención en el mercado para evitar efectos colaterales negativos.

Fuente: FENADISMER.

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