La Organización Mundial de Transporte por Carretera (IRU) ha lanzado un plan de urgencia con un total de 17 puntos o medidas para superar la actual crisis derivada del aumento salvaje y descontrolado del precio del gasóleo. Este plan de 17 medidas está destinado a los Gobiernos y es un modelo que pretende abordar el aumento del precio del combustible, su impacto en el transporte y en la sociedad en general y los planes de descarbonización que hay tanto del sector como a nivel global.
El precio del Diésel ha subido un 63% desde enero de 2021 a nivel global, aumento sustentando en gran medida en los últimos meses por la invasión de Ucrania. Los operadores han visto como el margen de beneficios se ha reducido un 9% y los consumidores como el precio en las gasolineras se ha disparado hasta alcanzar los 2 euros en una rueda que no parece terminar de girar. La escalada de precios empuja la inflación mundial y las cadenas de suministro cada vez están más presionadas. Los autónomos y pequeñas empresas de transporte están con el agua al cuello.
Radu Dinescu, presidente de IRU, ha señalado: «Los operadores de transporte por carretera se enfrentan a una crisis de flujo de caja, especialmente las pequeñas y medianas empresas, un 90% del sector. La volatilidad de los precios del Diésel y los términos comerciales inflexibles implican que tienen poco margen de maniobra. Las quiebras van en aumento, lo que al final acabará por dañar la capacidad y eficiencia de la red de transporte por carretera. Eso afectará a la cadena de suministro, la inflación y la economía en general».
Entre las 17 medidas del plan de su plan de emergencia, IRU pide la creación de un mecanismo de ajuste de los impuestos especiales sobre el combustible para los operadores, así como la equiparación de los impuestos según el tipo de transporte. También pide que se mantengan en uso operativo todos los combustibles alternativos de bajo y cero emisiones, además de revisar cuidadosamente las políticas de descarbonización para planificar un cambio más gradual y dibujar pasos intermedios con el uso de combustibles como el biodiésel, el biocombustible o el GNL.