El sector de los gruistas y empresas de auxilio en carretera no han tenido una campaña de Semana Santa favorable. El periodo vacacional del mes de abril arrojó en España unas cifras de siniestrabilidad vial menores de lo habitual. Aunque el número de incidencias por averías ha sido mayor, los actores de este subsector no logran rentabilizar sus servicios, ya que gran parte de los beneficios quedan en manos de intermediarios como son las compañías aseguradoras, las plataformas de asistencia o los clubes automovilísticos.
Aunque los servicios de asistencia en carretera a nivel global siguen creciendo, hasta el punto de sumar en el cómputo del año un incremento del 7%, lo cierto es que los gruistas y empresas del auxilio en carretera no terminan de encontrar el camino hacia la rentabilidad. De hecho, la rentabilidad económica durante estos primeros meses del año ha caído un 24% respecto a la campaña de 2022 por el aumento de los costes laborales y de combustible, haciendo inútil el incremento de servicios por el mayor volumen de desplazamientos.
Mientras que el volumen de desplazamientos en Semana Santa ha crecido un 3,85%, con un aumento de los 15,79 a los 16,40 millones de desplazamientos en nuestras carreteras y las asistencias han aumentado en 1,4%, los accidentes han descendido en casi un 15%. Esto dibuja un número de servicios de auxilio en carretera incluso un 1% superior al de 2022, pero con un cómputo general que por la relación entre averías y accidentes deja a los gruistas y empresas de auxilio sin margen de beneficios.
De hecho, la rentabilidad económica ha caído un 24% al no poder trasladar los protagonistas de esta actividad los costes laborales o de combustible a los usuarios y/o intermediarios. Esto dibuja un escenario complejo en el que la viabilidad de los servicios esenciales ya está en duda, tal y como ha manifestado Xavier Martí, portavoz de la Alianza de Auxilio en Carretera. Con un 60% de las empresas en pérdidas, si la situación sigue igual la calidad del servicio va a disminuir notablemente.