Los simulacros de implantación del Brexit en las fronteras existentes entre Reino Unido y la Unión Europea están suponiendo un auténtico dolor de cabeza para el sector transporte. De hecho, los conductores de vehículos pesados dedicados al transporte de mercancías están sufriendo enormes retenciones por el colapso en el acceso a Reino Unido. Esta circunstancia además se ve agravada porque los transportistas profesionales no encuentran áreas de servicios en las que aguardar su paso por la frontera, cumpliendo en malas condiciones las normas de conducción y descanso.
El periodo de simulación de la gestión de la nueva burocracia necesaria para pasar de la Unión Europea al Reino Unido está dejando patente los problemas que del Brexit sin acuerdo. De hecho, los transportistas se han visto obligado a guardar colas monumentales en los últimos días en los accesos más habituales desde el continente a Reino Unido, hecho que está provocando alteraciones en las cadenas de suministro y los circuitos de transporte, además de provocar que los conductores tengan que asumir deplorables condiciones en su actividad.
Las retenciones en los puertos del Canal y en el acceso al Eurotunnel, en algunos casos cifradas en más de nueve horas antes de acceder a las zonas de embarque, están provocando que los conductores profesionales no puedan cumplir con sus horarios ni con los requisitos que marca la normativa de tiempos de conducción y descanso. Además, las zonas de estacionamiento que han sido habilitadas para descongestionar el tráfico están desbordadas por el alto número de camiones y no reúnen en muchos casos las condiciones mínimas a nivel sanitario para el adecuado descanso de los chóferes.
Esta situación está provocando que decenas de camiones tengan que parar en las cunetas, lo que implica un elevado riesgo para la seguridad de los conductores y de los demás usuarios. Ante esta situación, las asociaciones de transporte piden que se aplique una exención a la norma de tiempos de conducción y descanso ante la falta de antelación para atajar este problema. A su vez, se solicita que se aumente la nómina de personal de aduanas en 30.000 trabajadores para poder hacer frente a la situación a partir del 1 de enero.