La morosidad en el sector del transporte de mercancías por carretera ha sufrido una notable escalada en el mes de mayo. De hecho, en un alarmante incremento de los plazos, el tiempo de pago medio ha crecido hasta los 89 días, lo que supone un aumento del 15% respecto a las cifras previas a la pandemia del COVID-19. Los datos del Observatorio permanente de la morosidad de FENADISMER reflejan, otra vez, la grave situación que atraviesa el sector pese a ser una actividad esencial durante el Estado de Alarma.
Este fuerte repunte en los plazos de pago en el sector transporte ha encendido las alarmas de FENADISMER ya que, con un plazo medio de pago de 89 días, la tardanza en la ejecución de los pagos ha crecido un 15%. Este hecho provoca que el 75% de las transacciones incumplan la actual Ley de Morosidad. Un problema acuciante y grave en una situación en la que la propia liquidez de los profesionales autónomos y compañías del sector se ha visto reducida de forma considerable.
Cabe recordad que la Ley de Morosidad estipula que el plazo máximo de pago será de 30 días desde la fecha de presentación del servicio, ampliable a un máximo de 60 días si se dibuja un acuerdo entre el ofertante y el demandante de este servicio. Unas cifras muy lejanas de la realidad del sector del transporte de mercancías por carretera, más si cabe durante la crisis derivada de la pandemia de COVID-19. Situación por la que FENADISMER solicita al Gobierno la inmediata aprobación de un régimen sancionador contra la morosidad.
En cuanto a las modalidades de pago usadas durante el mes de mayo en el sector transporte, el Observatorio de FENADISMER refleja que el medio de pago preferido por los clientes de los profesionales autónomos y empresas de transporte es el confirming (49%). Por debajo, un 37% de los clientes utilizan la transferencia, mientras que el 14% apuesta por el pagaré. Como es ya constumbre en el sector, el uso de cheques es residual y está por debajo del 1%.