La pandemia de COVID-19 alteró por completo la cadena de suministro global. Todavía a día de hoy sigue haciéndolo, sobre todo en los grandes puertos asiáticos, no tanto en Europa. Tanto es así que las mayores instalaciones portuarias del viejo continente van recuperando actividad a buen ritmo, aunque sin llegar todavía a los niveles previos a la pandemia. La tendencia del puerto de Róterdam, el más importante en términos de carga de Europa, marca el camino que está siguiendo el transporte marítimo.

Los diez puertos con mayor volumen de tráfico comercial de Europa, liderados por Róterdam, han aumentado sus niveles de volumen de tránsito, alcanzando en algunos casos valores muy cercanos a los existentes antes de la pandemia. Sin ir más lejos, el mismo puerto de Róterdam ha registrado un aumento del 8,7% en términos anuales del tráfico de TEUs, con un volumen de tránsito de 7,6 millones de unidades. Una cifra muy destacada si se tiene en cuenta la tensión geopolítica y económica que marca la actividad.

Durante el primer semestre de 2022, el puerto de Róterdam ha aumentado su tráfico en un 8,7%, aunque este dato tiene algunos matices. De hecho, hay que entender que este aumento deriva en una buena parte de la mayor gestión de contenedores vacíos, además de existir una tendencia a la baja en el peso medio de los contenedores llenos. Por eso, el aumento en el volumen de mercancía sólo es del 5,8%, alcanzando una cifra de 231,6 millones de toneladas bajo su gestión.

Las dinámicas son similares en otros grandes puertos como Hamburgo y Bremen (Alemania), Felixstowe (Reino Unido), Amberes (Bélgica), Aarhus (Dinamarca), Génova (Italia) o Marsella y Dunkerque (Francia). En clave nacional, Italia es el país que más tráfico global ha ganado con un crecimiento del 21,81%. En España, el puerto de Valencia se mantiene como el puerto mediterráneo con mayor tráfico de contenedores. Además, el puerto de Barcelona ha experimentado una ligera subida en el tráfico.