El sector del transporte de mercancías por carretera mira con enorme preocupación como el Gobierno sigue tanteando la posibilidad de instaurar peajes por uso de las autovías que pasan a estar en manos del Estado. El último en poner esta posibilidad encima de la mesa ha sido Pedro Saura, secretario de Estado de Infraestructuras. De hecho, Saura ha dejado caer que, si hay consenso entre los partidos políticos, la opción de que las autopistas que pasan a estar bajo el control del Estado puedan tener un peaje por uso para la conservación de las mismas.
Pese a que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana se comprometió a no instaurar un modelo de pago por uso para las autovías en manos del Estado con el objetivo de sofocar el último intento de huelga general del sector transporte, la realidad parece ser muy distinta. De hecho, voces del Ministerio señalan que cualquier reforma en la política de movilidad que introduzca el peaje por uso en las autovías debe producirse con un consenso político, económico y social, pero no se opone frontalmente a esta posibilidad.
El propio Pedro Saura ha señalado durante una reciente intervención en un acto ‘online’ del Consejo General de Economistas los fondos europeos de movilidad y regeneración urbana no solucionan todos los problemas del sector, incluido el mantenimiento de las infraestructuras. En este aspecto y sin dejar clara la postura oficial del Gobierno, sí que ha señalado que el pago por uso de las autovías a través de un peaje debe aprobarse con el consenso de todos los actores involucrados, a sabiendas que el sector transporte se opone de manera frontal a esta medida.
De hecho, Saura ha remarcado la parte ‘negativa’ de no tener un consenso al respecto del pago por el uso de las autovías, como si no fuera evidente, es que todos los gastos de conservación de estas carreteras pasarán a formar parte de los gastos incluidos en las cuentas públicas. Matizando su discurso, Pedro Saura ha señalado que sin consenso político a la hora de mantener los peajes que había cuando las autopistas estaban en manos privadas, habrá que plantear diferentes fórmulas para llevar a cabo la conservación de las carreteras. Sin embargo, la opción de los peajes está muy presente.