No es ningún secreto que el Gobierno Foral de Navarra está en trámites para poner en marcha un proyecto con el que implantar peajes en cinco vías de alta capacidad a camiones. El sector del transporte de mercancías por carretera ha protestado de manera enérgica ante lo que entienden que es una demonización de la actividad, toda vez que los transportistas autónomos y las empresas de transporte ya colaboran con sus impuestos en el mantenimiento de la red de carreteras de Navarra, tanto o más que otros sectores.

Sin embargo, Bernardo Ciriza ha decidido jugar al ocultismo, como si fuera un trilero en plena actuación. Al menos eso es lo que se desprende de la intervención del Consejero de Cohesión Territorial en el Pleno del Parlamento de Navarra este jueves 11 de febrero. Al final, Ciriza ha evitado por todos los medios tratar el asunto de los peajes y ha hablado de las inversiones que se van a llevar a cabo para el mantenimiento de las carreteras de Navarra, pero siempre dejando de lado este controvertido proyecto de peajes para los vehículos pesados de transporte.

De su intervención apenas se puede sacar en claro que el Gobierno de Navarra va a realizar una inversión de 17,6 millones de euros para la realización de 13 obras nuevas, dinero que ha sido ahorrado tras la nula inversión en el mantenimiento de las carreteras de Navarra en los últimos años. Sin duda una buena noticia para el sector transporte, pero que no oculta el proyecto de peajes. TRADISNA y ANET han vuelto a poner de manifiesto que esta iniciativa ningunea los esfuerzos de la profesión por salir adelante en tiempos marcados por la crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19.

De hecho, el sector del transporte navarro por carretera ha intentado, a lo largo de todo el 2020, dialogar sobre la mejor solución para mejorar las carreteras sin implantar un peaje para los vehículos pesados, sin que el Gobierno Foral haya escuchado en ningún momento a los profesionales. De hecho, la imposición de peajes a los camiones en las carreteras A-1, A-10, A-15, A-68 y N-121-A sigue su curso, mientras que el nuevo modelo de tributación ya ha dejado atrás el sistema de módulos, movimiento que vuelve a perjudicar a los autónomos del sector.