El Gobierno Foral de Navarra ha dado el visto bueno a la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto de desdoblamiento de los túneles de Belate y Almandoz, infraestructuras que están comprendidas en el recorrido de la carretera N-121-A. La resolución aprobada fija un proyecto sostenible de impacto moderado y determina las condiciones idóneas en las que deben desarrollarse las obras para la protección del medio ambiente y los recursos naturales de las áreas afectadas por el desdoblamiento de estos dos túneles.
Los responsables regionales han aprobado este proyecto con el fin de aumentar la confianza en la infraestructura y cumplir con la normativa europea que regula los requisitos mínimos de seguridad para túneles, a la par que se llevan a cabo las obras con el menor impacto posible para los recursos naturales de la región. Un paso necesario para mejorar la movilidad navarra, pero siempre pensando en cómo preservar los recursos naturales existentes entre Ulzama y Baztan.
El trazado de duplicación de los túneles de Belate y Almandoz, con cinco tramos diferenciados, dispondrá de una longitud de 7.647 metros y será adyacente al tramo existente en el margen oeste. Estará separado entre ejes en los tramos de túnel entre 300 y 100 metros. Con esta duplicación, la N-121-A contará con dos tubos para que los sentidos de circulación puedan ser independientes. Además, al reducirse el número de vehículos que transitan por cada uno de los túneles, la ventilación longitudinal será suficiente.
Esta duplicación ofrece otras ventajas, ya que en caso de avería de un vehículo en el interior de uno de los tubos, se podrá seguir usando uno de los carriles dentro del mismo mientras se corta el carril en el que ha tenido lugar el incidente. En caso de accidentes más graves, incluso se puede cerrar uno de los tubos y desviar el tráfico por el otro sin necesidad de desviar el tráfico de uno de los sentidos por el puerto.