La Federación Regional de Organizaciones y Empresas de Transporte de Murcia (FROET) sigue avisando de la crítica situación que vive el transporte de mercancías por carretera en la región y en todo el país. En boca de su presidente, Pedro Díaz, la Federación apunta a un horizonte «nada optimista» para el sector, conclusión que han expuesto en una rueda de prensa en la que también ha tomado parte Manuel Pérezcarro, secretario general de FROET, con motivo de la Asamblea General de la Federación y la entrega de los Premios FROET.
En este aspecto, Pedro Díaz ha explicado que el sector del transporte español tiene una gran fortaleza al contar con la mayor flota frigorífica de España y una de las más importantes de toda Europa. Sin embargo, la atomización del sector en todo el país hace imposible que la actividad se siente a negociar con los grandes clientes y el Gobierno en posición de igualdad, ya que los grandes ‘lobbies’ de la distribución, fabricantes y automoción, ya que tienen un papel dominante y pueden ejercer una mayor presión.
En esta línea, Manuel Pérezcarro señala que los problemas del sector son estructurales, ya que se repiten año tras año sin ninguna solución por parte del Gobierno, salvo la puesta en marcha de la insuficiente Ley de la Morosidad. Las empresas buzón siguen fomentando la competencia desleal dentro de un sector donde existe una oposición frontal a la ‘viñeta’ y el modelo de pago por uso de las carreteras españolas. Mientras tanto, problemas como el de la carga y descarga por parte de los conductores o el desmesurado aumento del precio del combustible siguen sin tratarse.
Respecto a la ‘viñeta’, Pedro Díaz señala que va a ser un caos y un desbarajuste económico. Aunque van a pagar todos los ciudadanos, los transportistas serán los más penalizados y más si proceden de regiones periféricas. Poner un camión en la frontera desde Murcia, Almería o Huelva puede costar hasta 200 euros, lo que complica aún más la situación de un sector que padece una grave escasez de conductores por el empeoramiento de las condiciones laborales impuestas por los cargadores y clientes, con abusos en la carga y descarga y falta de áreas seguras de descanso.