Francia reintroducirá los controles fronterizos a partir del 1 de noviembre y los mantendrá, al menos, hasta el 30 de abril de 2025, según lo anunciado. Como parte de esta medida, se incrementará la presencia policial, lo que probablemente afectará la fluidez del tráfico en las fronteras. Al igual que otros países europeos, Francia ha informado de este control fronterizo a la Comisión Europea.

Las razones que Francia ha esgrimido para justificar estos controles incluyen «las graves amenazas al orden público y la seguridad interna provocadas por actividades terroristas de alto nivel, la creciente presencia de redes criminales que facilitan la migración irregular y el contrabando, así como los flujos migratorios que podrían ser infiltrados por personas radicalizadas». También mencionan los cruces irregulares en las fronteras del Canal de la Mancha y el Mar del Norte, así como el aumento de la violencia entre migrantes en zonas costeras del norte, como Dunkerque y Calais, lo que genera situaciones tensas y peligrosas tanto para los migrantes como para las fuerzas del orden. Las fronteras afectadas serán las que comparte con Bélgica, Luxemburgo, Alemania, Suiza, Italia y España (tanto por tierra, aire como mar).

Francia no es el único país que ha reintroducido controles fronterizos. Otros países, como Alemania (que los ha extendido hasta el 15 de marzo, por el momento), Noruega, Suecia y Austria, también han tomado medidas similares.