La pandemia de COVID-19 ha dejado graves consecuencias en España, tanto a nivel sanitario como a nivel económico. Con todo, la fase más crítica de la crisis ha terminado y este domingo 21 de junio se ha decretado el final del Estado de Alarma. El país entra en lo que se ha llamado nueva normalidad y con ella todos los sectores económicos recuperan su actividad casi en su totalidad. En el transporte de mercancías por carretera, sector que no ha detenido su actividad en ningún momento, esto significa la vuelta a las restricciones de circulación de camiones.

A partir del domingo a las 00:00 volvieran a entrar en vigor las restricciones al normal tráfico de camiones previstas para 2020, toda vez que con el final del Estado de Alarma también ha quedado suspendido el artículo 3 de la orden ministerial INT/262/2020 que eliminaba estas restricciones para asegurar el abastecimiento durante la crisis del COVID-19. Una vuelta a la normalidad del transporte que afecta a todo el estado, ya que el Servei Catalá de Transit y la Dirección de Tráfico del País Vasco han actuado en idéntica línea.

De hecho, el Servei Catalá de Transit ha optó en su momento por una transición escalada y ya volvió a activar las restricciones al tráfico de camiones de más de 26 toneladas en la N-340 y la N-230, con su consiguiente desvío por la AP-7 y AP-2, el pasado 15 de junio. Ahora, la vuelta a las restricciones también se ha aplicado en la N-II a su paso por Girona. Como consecuencia de este proceso, todas las restricciones al tránsito de camiones ya están activas tal y como se dispusieron por la Dirección General de Tráfico a principios de año.

Mientras que la DGT ha emitido un carta para agradecer a todo el sector del transporte de mercancías por carretera su labor esencial durante el Estado de Alarma, periodo en el que han antepuesto la necesidad de abastecimiento de la sociedad a su propio bienestar, desde la Confederación Española de Transportes de Mercancías (CETM) se pide un cambio de filosofía en las restricciones al tránsito de camiones. Desde este organismo se pide que se aplique un concepto de restricciones mínimas, eliminando un modelo genérico y rígido por un formato de restricciones en fechas, horarios y carreteras muy concretos.