La Federación Española de Transporte Discrecional de Mercancías (FETRANSA) ha criticado la resolución que se ha dado a la conocida coloquialmente como la ‘Ley del Coste Mínimo’ en el transporte. La reclamación principal de la asociación es que no se han recogido cuestiones esenciales para la actividad como la aplicación de un régimen sancionador que atienda a los incumplimientos del pago mínimo en el caso de relaciones continuadas. Tampoco ha gustado, entre otras cosas, la decisión de no limitar la cadena de subcontratación.
Aunque desde la Federación se considera como un paso adelante que ciertas cuestiones estén atendidas con esta ley, también se entiende que deja fuera de su ámbito de aplicación una serie de cuestiones que el sector transporte considera de vital importancia. En este sentido, los transportistas autónomos consideran que se debería aplicar un régimen sancionador para los precios en relaciones continuadas cuando estos no cubran los costes efectivos individuales del transportista, así como la limitación de la cadena de la subcontratación o una mejor definición del transporte de carga fraccionada.
El problema para los pequeños transportistas autónomos está en cómo se ha planteado la negociación y el contenido del borrador de una ley que no trata de manera efectiva el precio mínimo cuando se trata de aplicarlo al transporte continuado, cuando esta modalidad es, en realidad, donde se cometen mayores abusos. Además, el texto incluye una redacción del transporte de carga fraccionada que no convence a Fetransa por no defender al pequeño transportista ante una ley que elimina derechos y carga de más responsabilidades.
En este sentido, Víctor González como presidente de Fetransa ha señalado: «Siempre fuimos conscientes de que un precio mínimo como tal no se iba a conseguir, pero sí que esperábamos que la aplicación de la normativa al transporte continuado y la limitación de la subcontratación fuera real, modulando incluso el régimen de colaboración entre transportistas para que no se pudiera utilizar para lo que no fue pensado. Queríamos un mercado de transporte con relaciones entre las partes más equilibradas, pero todas estas cuestiones han quedado en el tintero, por lo que no podemos valorar positivamente la norma«.