Entre las distintas novedades que incluye la reforma de la Ley de Seguridad Vial aprobada el pasado jueves en el Parlamento se incluye una disposición que permite a las empresas del sector transporte consultar de forma ágil la situación administrativa de los carnets de todos sus conductores asalariados con objeto de comprobar la pérdida de puntos o la suspensión o pérdida del permiso. El texto además también prevé la creación de un sistema de controles preventivos de alcohol y drogas para los conductores profesionales.
Aunque se trata de una medida de mayor complejidad de aplicación en la práctica, la DGT se ha marcado el objetivo de diseñar un sistema que entrará en vigor a más tardar a finales de 2023 para que las empresas transportistas puedan realizar a sus conductores asalariados test de alcohol y determinadas drogas, así como otras sustancias psicoactivas y medicamentos. La enmienda al texto finalmente ha regulado que el control de estas sustancias será para el alcohol y las ‘drogas de abuso’, como pude ser la cocaína, anfetaminas, opiáceos o el cannabis.
Una medida que FENADISMER considera positiva esta medida preventiva ya que se ha creado con el objetivo de contribuir a la mejora de la seguridad vial e imagen profesional del sector del transporte por carretera. Con esta medida, según FENADISMER, se dota a las empresas de transporte de los mecanismos legales necesarios para el control de sus conductores, ayudando a minimizar la inseguridad jurídica y responsabilidad que han venido teniendo hasta ahora las empresas al no tener manera de conocer las condiciones en las que desarrollaban su labor sus conductores.
Mientras que la consulta de datos relacionados con los permisos de conducir de los chóferes a través del sistema online que debe habilitar la DGT antes de marzo de 2023 no genera grandes dudas, FENADISMER sí que matiza que considera imprescindible que en la regulación que se pueda desarrollar de forma reglamentaria sobre los controles de alcohol y drogas se garantice la realización de este tipo de test con las mayores garantías de fiabilidad y confidencialidad para el conductor, así como que se establezca un protocolo de actuación en caso de positivo del chófer.