Aunque los vehículos denominados Duo-Tráilers no cumplen con la legislación vigente de la Dirección General de Tráfico (DGT) en materia de pesos y dimensiones, este tipo de camiones son cada vez más usados para el transporte en España por parte de operadores y flotistas. Si bien su uso debería ser residual y reservado a un proceso de carácter experimental, cada vez son más los vehículos de 30 metros de longitud y 70 toneladas de Masa Máxima Autorizada (MMA) que se ven por las carreteras españolas.

A diferencia de los Mega-Tráilers que si están autorizados por la legislación española desde el ejercicio 2015, los Duo-Tráilers no cumplen con la legislación vigente. Al final, la normativa indica que el peso y dimensión de una combinación de vehículo de transporte de seis o más ejes no puede superar los 25,5 metros de longitud y alcanzar una MMA de 60 toneladas. Si bien estas son las cifras en las que se mueven los más de mil Mega-Trailérs por los que se ha presentado una solicitud de circulación en los últimos años, los Duo-Tráilers exceden estos varemos.

A pesar de esta circunstancia, algunos operadores logísticos y flotistas están usando de forma indiscriminada los Duo-Tráilers sin que estén en una fase operativa a modo de prueba, ya que sólo están autroizados en algunos países nórdicos. Sin ir más lejos, hay empresas con sede en España realizando pedidos de Duo-Tráilers a compañías como Schmizt Cargobull, con el agravante de que el último camión entregado por Schmizt alcanza los 33 metros de longitud en lugar de los 30 metros que se permiten utilizar en los Duo-Tráilers con carácter experimental.

Una situación que preocupa dentro del sector del transporte de mercancías por carretera, tal y como ha explicado FENADISMER. De hecho, la DGT no proporciona ningún dato sobre el uso de los Duo-Tráilers que están autorizados a circular por España, ni por supuesto el número de unidades, el itinerario que siguen en sus rutas o el tiempo de uso. Toda esta situación ha sido criticada por la asociación al entender que puede terminar por alterar el marco, ya maltrecho, del transporte de mercancías por carretera en España.