La escasez de conductores profesionales de camión es uno de los grandes males del sector del transporte de mercancías por carretera. Una situación que está muy ligada a las condiciones laborales y económicas de los chóferes, pero también a la falta de atractivo de la actividad. Esto deriva en un problema de envejecimiento de los conductores activos y en un relevo generacional muy por debajo de lo necesario. Sin embargo, hay que sumar otro factor a esta problemática: la movilidad geográfica.
La escasez de chóferes es una cuestión compleja, con múltiples causas y con un gran número de matices. Los motivos de la escasez de conductores no son los mismos en todos los países y en el caso de España, la movilidad geográfica es un factor muy a tener en cuenta. Al final, la población española tiene una enorme concentración en los dos grandes núcleos urbanos del país como son Madrid y Barcelona, con otro buen porcentaje de la población agrupada en otras grandes ciudades como Sevilla, Valencia, Bilbao o Zaragoza.
Esta estructura poblacional ha generado un evidente desequilibrio en distintas áreas del país en las que se necesitan recursos y personal en todos los sectores, incluido el transporte de mercancías por carretera. Por ese motivo, los datos que señalan que en los dos últimos años no se han cubierto unas 150.000 vacantes de puestos de conductor profesional son un tanto engañosos, ya que hablan de una realidad general del país.
No se presenta la misma escasez de conductores en todas las Comunidades Autónomas, algo que tiene mucho que ver con la baja tasa de movilidad geográfica que hay en el gremio y que no llega al 17%. Apenas 38.000 contratos para conductores profesionales por cuenta ajena implican su desplazamiento a centros de trabajo alejados de su lugar de residencia, más allá de los desplazamientos que tengan que hacer una vez que se suben al camión. Así por ejemplo, Murcia, Sevilla o Almería tienen una alta demanda de profesionales sin cubrir.