La falta de conductores en Alemania puede producir un colapso

La Deutschen Fruchthandelsverbandes e.V (DFHV) la Asociación Alemana de Comercio de Frutas advierte de la amenaza de un colapso de la oferta por los cuellos de botella de la logística y la falta de conductores de camiones. La asociación estima que en Alemania hacen faltan 40.000 conductores para cumplir con las previsiones de entregas futuras.

El trabajo de chófer profesional cada vez atrae menos a los jóvenes y la edad de los profesionales cada vez es más alta. Una situación que en Alemania y en el resto de Europa, empieza a ser preocupante para muchos. No es nada nuevo que este trabajo no atrae a los jóvenes y para ello la Asociación Alemana de Comercio de Frutas apoya el plan de la BGA (Bundesverband Großhandel, Außenhandel, Dienstleistungen e.V.) y otras asociaciones líderes de la economía alemana.

Este plan, que consta de 5 puntos, se ha echo llegar al al Ministro Federal de Transportes Scheuer donde se exponen las necesidades de los profesionales y la manera de incentivar este puesto de trabajo.

Entre ellas figuraban la mejora del atractivo de la profesión de conductor, la mejora de la formación y las cualificaciones y, sobre todo, una campaña de imagen y una mayor apreciación de los conductores.

A través de una nota de prensa DFHV ha expresado su preocupación por la situación actual y el futuro del sector

«Los consumidores esperan con razón frutas y verduras frescas de la más alta calidad, y esto también impone las más altas exigencias a la logística. Pero hay una amenaza de colapso de la oferta. Cada año, alrededor de 40.000 conductores faltan en Alemania. Esto tiene consecuencias drásticas para la logística de los productos frescos, pero también para toda la economía alemana«.

Ahora son necesarios esfuerzos conjuntos de la política, la economía y la sociedad, porque todo el mundo se ve afectado.  Las asociaciones piden al Ministerio que discuta estos puntos inmediatamente en un grupo de trabajo conjunto y que tome las medidas adecuadas.

Una situación que se hace extensible a muchos otros países de Europa donde la falta de conductores es patente y que puede provocar en un futuro cercano una complicada situación para el sector de la logística.

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