La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) ha valorado de forma negativa la propuesta de la Comisión Europea para la normativa Euro 7 al entender que es especialmente dura con los fabricantes de camiones. Desde el organismo se señala que el nivel de emisiones objetivo de la norma Euro 7 descuida por completo las necesidades del transporte, pone en riesgo la transición hacia un transporte cero emisiones e ignora el efecto que estos objetivos provocará en el segmento de los vehículos pesados.
En este sentido, Martin Lundstedt como director ejecutivo de Volvo Group y presidente de la junta de vehículos comerciales de ACEA ha explicado que para cumplir con los objetivos que propone la Comisión Europea los fabricantes de camiones cambiar su estrategia. Esto supone trasladar recursos financieros y de ingeniería de los futuros vehículos eléctricos de batería y de pila de combustible al desarrollo de motores de combustión interna que cumplan con los exigentes objetivos propuestos por la norma Euro 7.
Otro punto crítico para ACEA es que es probablemente la normativa Euro 7 no estará lista hasta mediados de 2024, por lo que las fechas de implementación propuestas, julio de 2025 para automóviles y furgonetas y julio de 2027 para vehículos pesados no son realistas. Menos con unos objetivos tan ambiciosos que provocan que los fabricantes de camiones tengan que cambiar su estrategia a corto y medio plazo, todo en un escenario en el que la normativa actual Euro 6 ya es lo suficientemente completa y estricta.
La industria automotriz se toma muy en serio su papel de reducir las emisiones de CO2 y contaminantes. De hecho, el año pasado hizo una propuesta muy constructiva para un nuevo Euro 7 que traería una reducción importante en los contaminantes objetivo, mejorando así la calidad del aire. Sin embargo, la Comisión ha optado por otros caminos, elevando el costo de desarrollo de los vehículos al centrarse en condiciones extremas de emisiones que apenas se dan en la vida real.