La European Transporte Workers’ Federation (EFT) ha enviado una carta abierta a los Estados miembro de la Unión Europea (UE) en nombre de las organizaciones sindicales de conductores profesionales pidiendo a las autoridades de toda Europa que se mantengan abiertos todos los establecimientos de hostelería que dan servicio al sector en carretera, así como en polígonos industriales y logísticos. La disponibilidad de áreas de servicio, restaurantes, cafeterías e instalaciones sanitarias en las zonas de aparcamiento es clave para el normal desarrollo de la actividad.

La segunda ola de la pandemia de COVID-19 ha vuelto a generar un notable caos normativo en el sector transporte, escenario creado por las medidas individuales para frenar los contagios que se han tomado desde cada Estado miembro de la Unión Europea. Mismo escenario que se dio en el mes de marzo y en el que los grandes perjudicados dentro del sector transporte son los propios chóferes, ya que los conductores se encuentran las áreas de servicio y descanso cerradas, sin tener posibilidad de encontrar cafeterías, restaurantes e instalaciones sanitarias abiertas.

Ante esta situación, en la que la hostelería e instalaciones sanitarias están cerradas dentro de las propias áreas de estacionamiento, ETF recuerda a todos los Estados miembro el papel fundamental que tiene el sector del transporte de mercancías por carretera para asegurar la cadena de suministro y el abastecimiento de productos esenciales. Una circunstancia que parece que se pasa por alto al obligar a cerrar los establecimientos de hostelería, ya que se niega a los chóferes el acceso a servicios de importancia crítica para su higiene, salud y seguridad.

Aunque esta situación es una constante a nivel europeo, existen Estados miembro como los Países Bajos en los que la situación todavía es más crítica ante el mayor avance de los casos de contagios por COVID-19. De hecho, el sector transporte neerlandés denuncia que debido a la crisis sanitaria están teniendo problemas para encontrar incluso lugares donde poder asearse. Los chóferes denuncian que todo está cerrado y que no tienen acceso a comida decente o a una ducha, ya que la mayoría de restaurantes y duchas para conductores de camiones están cerradas en Países Bajos.