La Comisión Europea ha concedido una partida de 3.000 millones de euros a España a modo de respuesta al Plan de Recuperación y Resiliencia presentado por el Gobierno. Se dibuja así una línea de ayudas como subvenciones directas y préstamos preferentes, con un 40% del importe destinado a pymes. Así lo fija el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica del vehículo eléctrico y conectado. Una estrategia de movilidad que no sólo ha recibido la aprobación de Europa, sino que también tiene luz verde con la decisión del Consejo de ministros de apoyar la Estrategia de Movilidad Segura, Sostenible y Conectada 2030.
Los distintos proyectos entrelazados que se dibujan a partir de esta línea de ayudas de Europa y las distintas estrategias del Gobierno fijan distintos objetivos. En primer término, el Ejecutivo quiere alcanzar en 2023 el objetivo de tener 250.000 vehículos eléctricos matriculados, lo que vendrá acompañado de una expansión de los puntos de recarga hasta alcanzar las 110.000 unidades. La inversión total del Gobierno para el periodo de 2021-2023 es de 24.000 millones. Esta línea de ayudas se completará con el Plan Moves y el programa tecnológico de movilidad sostenible.
Con todo, uno de los principios que marca la hoja de ruta del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana es aumentar la cuota de los modos de transporte más sostenibles, como el ferrocarril, así como conseguir que el transporte por carretera dé un salto hacia la intermodalidad. Según la ministra Raquel Sánchez, es necesario tomar decisiones para crear cadenas logísticas inteligentes, digitalizadas e intermodales para la distribución de mercancías. En este aspecto, el Gobierno está dando los primeros pasos para definir y configurar una nueva política de movilidad nacional.
Todos los movimientos, ayudas y acciones quedarán articuladas con la aprobación de la Ley de Movilidad Sostenible, texto que servirá para la aplicación práctica de esta nueva estrategia de movilidad. Nueve ejes, 41 líneas de actuación y un desglose final de 150 medidas que servirán para transformar el transporte, la logística y la movilidad. Un ambicioso objetivo que se dibuja a través de tres vectores como la descarbonización, la digitalización y los cambios demográficos del transporte. Todo bajo la necesidad de dar un nuevo impulso a una actividad esencial como es el transporte de mercancías.