Un reciente estudio realizado por la Asociación de Cargadores de España (ACE), a partir de los datos de la Asociación para las Protección de Activos Transportados (TAPA), revela que España es el cuarto país europeo con mayor número de incidentes registrados, sólo por detrás de Gran Bretaña, Francia y Alemania. Las instalaciones de las propias empresas son el punto más crítico en lo que a robos a camiones se refiere, aunque destaca el alto porcentaje de robos a vehículos en estacionamientos no seguros.
En este desglose de los ataques y robos a camiones, la gran mayoría de asaltos (63%) se dan en las propias instalaciones de las empresas, ya que en muchas ocasiones los vehículos pasan un buen número de horas cargados hasta que inician ruta. Con todo, quizá es más preocupante el número de asaltos en aparcamientos no seguros (16,3%). En menor cifra se producen los robos en los puntos de destino (10,5%), en ruta (7,7%) y en estacionamientos seguros (2,5%). Datos que ponen de relieve la importancia de tener aparcamientos vigilados de calidad.
Respecto al ‘modus operandi’ utilizado por los ladrones, el más frecuente (64%) es la intrusión en el vehículo cuando está parado. Los ladrones recurren en el 25% de los casos a robos con el vehículo en movimiento, algo que no deja de ser sorprendente. Es destacable a su vez que el 6% de los robos fueron internos, es decir, que los propios empleados sustrajeron la mercancía. Sólo el 3% de los robos fueron con violencia, mientras que el porcentaje restante se ajustan a otras características.
Aunque en la mayoría de las acciones de los ladrones apuntan a la mercancía, en el 27,2% de los asaltos el objetivo final es el combustible. Además, en el 8,8% de los robos se sustrae el propio camión. Entre los robos de mercancía, los objetivos más robados son los suministros metálicos (16,7%), ropa y calzado (13,2%), alimentación y bebida (8,8%) e higiene y cosmética (6,1%). Sorprende como el volumen de robos de teléfonos móviles (3,5%) o elementos electrónicos es mucho menor de lo que podría esperarse en primer término.