La crisis global derivada de la pandemia de COVID-19 ha provocado una caída sin precedentes en el precio del petróleo. Sin embargo, esta circunstancia apenas se está notando en el bolsillo de los chóferes y profesionales del transporte. Pese a que el valor del barril de crudo se ha desplomado en un 60%, el precio final de la gasolina y el gasóleo en España tan sólo se ha reducido en un 13%, muestra una vez más de los precios abusivos que aplican las distribuidoras de carburantes.

Esta práctica negativa que afecta especialmente al sector del transporte de mercancías por carretera ha llevado a FENADISMER a solicitar al Gobierno que aplique una regulación de precios máximos para los carburantes durante el periodo de Estado de Alarma como aplicó hasta 1998 con el fin de controlar este abuso. Y es que desde la organización no entienden como la deflación del precio del petróleo tan acusada por la crisis del COVID-19 apenas se está notando en el precio final a pagar cuando se rellena el depósito de combustible de los camiones y vehículos industriales.

De hecho, el barril de crudo ha pasado a tener una cotización similar a la de hace dos décadas, pasando de un precio de 65 dólares a mediados de diciembre a valer apenas 27 dólares en la primera semana de abril. Pese a esta circunstancia, el precio medio del combustible en las estaciones de servicio de España sólo ha caído un 12% en el caso de la gasolina y un 13% en el Diésel. Una diferencia enorme en la que además no afecta el cambio de euros a dólares por el valor estable de ambas monedas.

Pese a que las prácticas abusivas de las principales petroleras no son nuevas, y así se pudo ver durante la crisis económica de 2008, desde FENADISMER denuncian una vez más el poco tacto de las distribuidoras de combustible en España en la crisis del COVID-19. De hecho, lejos de reducir el margen de beneficios con los carburantes, las petroleras parecen haber tomado la dirección contraria para desgracia de chóferes y empresas de transporte, sector especialmente afectado en un periodo en el que su labor es fundamental para garantizar el abastecimiento.