Un reciente informe de la Comisión Europea a segura que España es el séptimo país con mejores datos de seguridad vial de la Unión Europea. Según los datos del estudio, el índice de personas muertas en accidentes de carretera en España durante el ejercicio 2020 fue de 29 fallecidos por cada millón de habitantes. Esta cifra supone que España es el séptimo país más seguro en este aspecto, sólo por detrás de Suecia, Noruega, Malta, Islandia, Suiza y Dinamarca, aunque está muy por encima de las grandes potencias económica del viejo continente.
Es cierto que el ejercicio 2020 ha sido muy atípico y ha estado marcado por las restricciones de movilidad asociadas a la pandemia de COVID-19. Sin embargo, los datos de seguridad vial de España son realmente positivos ya que los datos de muertes por cada millón de habitantes en accidentes de tráfico han caído un 21% respecto a 2019 y lo que es más importante, un 44% desde 2010. Aunque no todos los países han tenido el mismo nivel de restricciones de movilidad por la pandemia, algunos Estados miembro de la Unión Europea han registrado aumentos en la mortalidad.
Los países escandinavos con Suecia, Noruega y Dinamarca son las naciones con mejor índice de fallecidos por cada millón de habitantes. Una lista en la que también se cuelan Malta e Islandia por su particular modelo de movilidad y Suiza. Por su parte, nuestro país registra 29 fallecidos por cada millón de habitantes en 2020, lo que supone que se ha reducido la siniestralidad vial en un 44% respecto a 2010, un 8% más que la media de la Unión Europea. Pese a todo, España no ha conseguido el objetivo de reducir al 50% la siniestralidad vial en la pasada década.
Aunque la Unión Europea registra de media un total de 42 fallecidos por millón de habitantes en accidentes de tráfico durante 2020, una de las grandes preocupaciones está en el cambio en los hábitos de movilidad que se ha producido por la pandemia de COVID-19. Con un enorme aumento de los usuarios vulnerables en las ciudades, léase ciclistas y peatones, el 70% de los fallecidos en accidentes de tráfico pertenecen a usuarios vulnerables. Dato que a buen seguro obligará a los gobiernos de los Estados miembros a tomar medidas de control en los núcleos urbanos.