Tras cuatro largos días de negociaciones en Bruselas los líderes de la Unión Europea alcanzaban un acuerdo para crear un fondo de 750.000 millones de euros para superar la crisis del coronavirus, de los que «aproximadamente 140.000 millones de euros» servirán para financiar reformas e inversiones en España,  de los que 72.700 millones serán en transferencias y el resto en préstamos, lo que en la práctica supone casi 5.000 millones menos en subsidios a fondo perdido.

«El esfuerzo ha sido extenuante pero el resultado es exitoso, ha merecido la pena. Europa está dando un paso de gigante«, ha celebrado el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, que también ha subrayado la urgencia de que el bloque lograra un acuerdo «en el mes de julio«.

También ha asegurado que la Política Agrícola Común, una de las prioridades para España, mantendrá los apoyos en el próximo marco presupuestario en los mismos niveles que el periodo pasado. Pese a ello las asociaciones agrarias españolas ya han mostrado su negativa y disconformidad con la cantidad adjudicada.

El presidente del Gobierno ha querido defender el papel «constructivo» de España en una negociación que ha sido «compleja», pero que Sánchez afrontó con «la única línea roja de no llegar a un acuerdo» y cuyo resultado permitirá dar los pasos necesarios para «ser una economía resiliente, competitiva, inclusiva y digital y verde» y favorecer una recuperación «pronta, fuerte y sostenible».

El acuerdo ha llegado finalmente tras cuatro largas jornadas de negociación que alcanzaron el máximo de tensión entre los socios de la UE el domingo, con Países Bajos y otros países del norte reclamando rebajar las ayudas del fondo de recuperación y un control más estricto de los desembolsos, lo que llevó al resto de socios a echarles en cara estar «instrumentalizando» y «bloqueando» la negociación.

De este modo, ha subrayado que se trata de un «gran acuerdo para Europa y un gran acuerdo para España«, que no solo sienta las bases para la respuesta a la crisis generada por la pandemia sino que prepara los «cambios para mañana» y ofrece a España un apoyo equivalente al 11% del PIB español en 2019.

El fondo de recuperación es un nuevo instrumento que necesita una nueva gobernanza, pero que ello «no puede romper el equilibrio entre instituciones» europeas, por lo que la Comisión Europea seguirá siendo responsable de la validación de los programas, aunque se haya incluido la posibilidad de un debate político a nivel de líderes si un Estado miembro duda de manera excepcional de alguno de estos planes.

En cuanto a las reformas que optarán a los apoyos del nuevo fondo, Sánchez ha celebrado que el tiempo de la elegibilidad para incorporar los planes de reformas sea febrero de 2020 y ha dicho que el Gobierno ya trabaja en algunas de las reformas y que las llevará a Bruselas en cuanto sea posible.

El presidente del Gobierno ha considerado «histórico» que la Comisión Europea vaya a endeudarse pro primera vez en su historia para financiar programas nacionales, lo que a su juicio demuestra que Europa asumido dar una «respuesta unida a una crisis que afecta a todos en mayor o menor medida».