Alemania es la primera gran potencia de la Unión Europea que empieza a padecer problemas serios de suministro por la escasez de conductores. Las rupturas en la cadena de suministro son cada vez más frecuentes y una cuarta parte de las empresas del país ya han tenido que recortar o detener su producción debido a los problemas que hay en el sector del transporte de mercancías por carretera del país por la falta de chóferes profesionales. El cuello de botella es cada vez más estrecho.
Alemania es la primera potencia de la Unión Europea en experimentar graves problemas en el suministro, lo que está afectando al ritmo de producción a nivel industrial y sus sectores accesorios. La presión sobre algunos puntos de la cadena de suministro es cada vez mayor y la escasez de conductores tanto a nivel nacional como para servicios internacionales amenaza a la gran locomotora de la Unión Europea. El escenario actual en Alemania empieza a ser muy preocupante con numerosos problemas en la gestión logística y de los servicios de transporte.
La situación actual en Alemania está ‘mutando’ y cada vez es más amenazante. Los precios de los bienes y las materias primas son cada vez más altos y los tiempos de espera más largos en su suministro. Según una reciente encuesta de la Cámara de Comercio de Alemania, un 42% de las empresas del país no pueden procesar sus pedidos habituales por la falta de conductores y de suministros, mientras que el 17% de las compañías ahora mismo no pueden aceptar nuevos pedidos por esta falta de suministro.
De igual modo, una cuarta parte de las empresas se han visto obligadas en los últimos días y semanas a recortar o detener la producción por los citados problemas de suministros, de tal forma que un 43% ya están acusando graves pérdidas en sus ventas. La confianza empresarial de la sociedad no deja de caer y la situación amenaza con frenar dramáticamente la economía de un país que además tienen un potente sector de exportaciones. De hecho, los expertos ya hablan de cuellos de botella logísticos.