Cerca de Estocolmo en Suecia ha sido el escenario elegido para poner en marcha la primera carretera electrificada del mundo bajo el proyecto eRoadArlanda.
Apenas un pequeño tramo de ferrocarril eléctrico es todo lo que distingue una carretera cerca de Estocolmo, de todas las demás carreteras del mundo. Y ese pequeño tramo de ferrocarril eléctrico podría marcar el comienzo de una nueva era en el transporte.
Los 2 kilómetros de tramo de esta carretera electrificada no son exactamente para cargar un vehículo eléctrico a través de algún tipo de tecnología inductiva, sino para proporcionar energía a ciertos tipos de vehículos a medida que se mueven a lo largo de la pista.
Como se puede apreciar en el vídeo, esta carretera eléctrica en sí misma consiste en un carril metálico, conectado a la red eléctrica pública. Está construido de tal manera que puede detectar cuando un vehículo se mueve a lo largo de ella y sólo se activa en ese momento. La carretera también está equipada con varios medios de detección, lo que le permite identificar al usuario que obtiene la energía.
Para poder tomar energía del riel, los vehículos deben estar equipados con un brazo de contacto, sujeto a la parte inferior del vehículo. Cuando el coche o camión detecta que está sobre el carril, se mueve a su posición haciendo contacto con el metal. Luego retrocede cuando el conductor quiere adelantar a alguien por delante.
Recuerda al funcionamiento de un trolebús o tranvía, que consume energía de una línea eléctrica aérea a través de un par de brazos de contacto, pero con el funcionamiento a la inversa.
En Suecia, está previsto que esta tecnología de carga conductiva se amplíe a nivel nacional, en caso de que la prueba que se está llevando a cabo actualmente en Estocolmo, tenga éxito.
El plan sueco para una red de carreteras electrificadas está liderado por el proyecto eRoadArlanda, que aboga por este enfoque sobre el hecho de que se puede hacer uso de la red de carreteras existente, por lo tanto menos dinero gastado en infraestructuras.