El sector del transporte de mercancías por carretera se enfrenta al gran desafío de la transición ecológica. Un objetivo a medio y largo plazo que pasa por la digitalización y la sostenibilidad de la actividad, si bien estas metas intermedias no son posibles sin un equilibrio económico real. De hecho, las empresas de transporte por carretera tildan de quimera una apuesta firme por la tecnología y el medioambiente sin una sostenibilidad económica adecuada. Esta es una de las conclusiones del encuentro Webfleet Mobility Conference.
Los distintos ponentes del evento organizado por Webfleet Solutions coinciden en la necesaria apuesta por las personas para cumplir con este desafío. Conductores eficientes, profesionales formados en nuevas tecnologías y un relevo generación claro son las bases de la digitalización del sector y la evolución hacia una actividad sostenible. Sin embargo, el transporte vive en un escenario complejo en el que los problemas más inmediatos impiden dar pasos hacia delante en este aspecto. La paz social del sector es clave para mejorar la posición de los actores del transporte y hacer la actividad más atractiva para nuevos profesionales.
En este sentido, una de las asignaturas pendientes del transporte es precisamente esa, hacer más prestigiosa y atractiva la actividad. Sin un sector que reciba nuevos profesionales con una mayor preparación, la inversión tecnológica será muy complicada, sobre todo porque no habrá manera de equilibrar gastos e ingresos. Por ese motivo, dignificar el sector es clave a la hora de crear una cultura de inversión que permita la digitalización y la sostenibilidad de la actividad, así como la incorporación de nuevos profesionales y conductores.
En este sentido, se reclama una mayor colaboración y participación de la Administración en cuestiones como la certificación de la honorabilidad de las empresas, ya que sólo así se logrará que la actividad tenga un mayor músculo. Desafíos de los que no está exento el transporte de última milla, entre otras cosas porque al final la digitalización y sostenibilidad son clave para conseguir que este tipo de transporte se desarrolle en las grandes ciudades con la máxima eficiencia posible y reduciendo la contaminación medioambiental.