La Asociación de Transportistas de Navarra (Tradisna) y la Asociación Navarra de Empresarios de Transporte (ANET) como principales organizaciones del sector del transporte de mercancías por carretera de la región han mostrado su completa oposición a los nuevos peajes aprobados por el Gobierno Foral de Navarra en cinco vías de alta capacidad de la comunidad. Se considera que esta medida es una total falta de comprensión y empatía con un sector que es esencial y que articula la actividad económica navarra.
Tradisna y ANET consideran que el Gobierno Foral de Navarra peca de un afán recaudatorio que no tiene en cuenta la realidad del sector, puesto que estos peajes sólo gravan a vehículos pesados. Una circunstancia que encarecerá los servicios de transporte en la región y hará que la actividad pierda competitividad en el mercado. De igual forma, los alimentos y productos que se generen en la región también se encarecerán. Con todo, la peor parte se llevan los transportistas locales que no podrán repercutir los peajes en sus viajes de retorno sin carga en sus servicios de corta distancia.
Cabe recordar que este proyecto del Gobierno Foral de Navarra instaura un sistema de pago en las carreteras A-10, A-15, N-121-A, A-1 y A-68. Está previsto que el canon ya esté vigente antes de que acabe el año. Si bien esta medida lleva tiempo anunciada y fue aprobada en el Parlamento de Navarra en junio de 2022, no ha sido hasta ahora cuando se ha iniciado toda la preparación previa para su puesta en marcha. Un peaje discriminatorio contra el transporte pesado con el objetivo de recaudar fondos para ‘reinvertirlos’ en las infraestructuras viarias.
Desde las dos citadas asociaciones se señala que la aplicación de estos peajes se basa en un estudio mal hecho que contiene conclusiones erróneas acerca de la proporción de vehículos externos que circulan por las citadas carreteras navarras. Tradisna y ANET denuncian que la metodología del estudio excluyó los vehículos que circulan por tramos interiores de la vía y que en su mayoría sí son navarros. Una circunstancia a la que hay que sumar la delicada situación económica que atraviesa el sector y el descenso de actividad que ya registra el transporte navarro.