Las empresas dedicadas al transporte de mercancías por carretera en Francia han pedido una cuarta parte de sus ingresos en la primera mitad de 2020. La pandemia de COVID-19 y la gran crisis económica que viene ligada a esta situación ha afectado en gran medida a la facturación de las compañías de transporte galas, tal y como reflejan los datos aportados por la Federación Nacional de Transporte por Carretera del país vecino. Pese a todo, el sector ha dado síntomas de recuperación y el 95% de los camiones están en circulación.
Los líderes empresariales del sector del transporte de mercancías por carretera en Francia calculan que la facturación ha caído de media un 27% durante la primera mitad del año 2020. Un porcentaje que refleja la situación global del sector en el país vecino, pero que a su vez no pone de manifiesto la evolución del mismo. No obstante, la facturación en junio solo se vio reducida en un 12% de media, dato que contrasta con las caídas del 44% que se registraron en el mes de abril o del 27% que se dio en mayo.
En esta línea, el barómetro publicado por la Federación Nacional de Transporte por Carretera de Francia (FNTR) el pasado 4 de agosto señala que la actividad aun no ha recuperado el nivel que tenía antes de la crisis sanitaria. Si bien sólo el 5% de los camiones que circulan en Francia están parados frente al 59% de los vehículos detenidos al inicio del confinamiento, las cifras indican que el volumen de negocio todavía está lejos de los valores habituales. Circunstancia a la que hay que sumar la caída en el número de conductores.
Sin embargo, hay otros detalles que preocupan al sector del transporte francés. No obstante, el 22% de las empresas todavía se enfrentan a dificultades relacionadas con la carga y descarga de la mercancía. A su vez, el 12% de los líderes empresariales del sector considera que las condiciones laborales de los conductores están siendo afectadas de alguna forma. Además, el 33% de los líderes empresariales está preocupado por la caída de los precios del transporte que deriva del exceso de oferta y de las presiones de los clientes para reducir el precio de los servicios.