La morosidad y la demora en los plazos de pago sigue siendo uno de los grandes problemas que sufre la economía europea, especialmente en el sector privado. Durante 2023, el plazo medio de pago se elevó hasta los 70 días de media en España, algo que afecta de manera muy especial al sector del transporte de mercancía por carretera. Las empresas piden que la Unión Europea de un paso al frente y acelere la aprobación de la nueva normativa contra la morosidad en la que está trabajando.
Muchas compañías, también en el sector transporte, esperan que con la llegada del nuevo Reglamento Europeo contra la Morosidad se limiten en gran medida los plazos abusivos en los pagos que minan la competitividad, viabilidad y resiliencia de las empresas, sobre todo en el caso de autónomos y pymes. Un marco normativo más sólido en cuanto a los plazos de pago debe mejorar la liquidez económica y viabilidad de las empresas. Se espera que la normativa sea aprobada por el Parlamento Europeo este 23 de abril, aunque luego debe pasar por el Consejo de la Unión Europea.
Hasta su aprobación definitiva pueden pasar por varios trámites en los que la presión que se realice desde los lobbies empresariales no debe frenar la tramitación del reglamento que debe y puede mejorar la situación de millones de pequeñas empresas y autónomos. En este sentido, uno de los puntos clave de la normativa es la definición de un plazo de pago general fijado en 30 días -permitiendo 60 días en casos concretos- y define la creación de un régimen sancionador acorde a la importancia de la norma.
Sin ir más lejos, en España el plazo de pago del sector privado aumento hasta los 70 días de media, mientras que el del sector público se redujo en 12 días hasta las 55 jornadas. En ambos casos, se supera los plazos medios de pago establecidos por la ley de 60 días para empresas y de 30 días para las Administraciones Públicas. Además, sigue siendo algo habitual que las grandes empresas, con mayor facturación, son las que más tardan en pagar.