Comienza un nuevo ejercicio y en el caso del sector del transporte de mercancías por carretera lo hace con sensaciones un tanto negativas. Aunque la continuidad de los límites de facturación existentes para el régimen de módulos ha supuesto un alivio para los chóferes profesionales que están acogidos a este modelo tributario, lo cierto es que la actividad se enfrenta al final de las ayudas al combustible que han recibido durante 2023. Desde este 1 de enero de 2024 no hay ningún tipo de bonificación en el combustible repostado por el transporte profesional.
Ante la descontrolada subida del precio del carburante por el conflicto bélico de Ucrania, el 1 de abril de 2022 se activó una ayuda directa de 20 céntimos por litro de combustible para toda la población. Esta medida pasó a ser exclusiva del transporte profesional con el inicio de 2023, si bien desde junio del año pasado se redujo el importe de las bonificaciones. Primero pasó a ser de 10 céntimos por litro en el tercer trimestre de 2023, para cerrar el último trimestre del año con un importe de 5 céntimos por litro.
Ahora, el Gobierno ha puesto fin a esta línea de ayudas y el transporte profesional, pese a la incertidumbre en la que se mueve la actividad, no recibirá esta bonificación directa por litro de combustible. Desde el Ejecutivo de Pedro Sánchez se ha argumentado que hay que retirar esta ayuda a medida que se normaliza la situación económica, si bien el precio del Diésel todavía es unos 20 céntimos más caro que cuando estalló la guerra de Ucrania, tal y como defienden desde distintas asociaciones de transporte.
Con la desaparición de esta ayuda al combustible, que se pagaba en la mayoría de los casos a través de la fórmula del Gasóleo Profesional, el mecanismo de devolución mensual al sector del transporte de parte de los impuestos a los hidrocarburos vuelve a la normalidad. Una medida que supone una pérdida de liquidez para las empresas a la par que la partida por combustible vuelve a crecer, todo en un momento en el que los costes de mantenimiento de los vehículos, los costes sociales y los costes de financiación también están creciendo.