La deriva que ha tomado la transición ecológica no tiene en cuenta la realidad del transporte de mercancías y viajeros por carretera. Por ese motivo, el sector del transporte profesional ha vuelto a insistir en la necesidad de incluir los combustibles renovables -neutros en CO2- en el proceso de descarbonización de las flotas. Una reclamación que en esta ocasión ha nacido en la jornada enfocada al transporte organizada en la sede de la CEOE y que ha contado con la presencia de Óscar Puente, nuevo ministro de Transportes y Movilidad Sostenible.

El acto ha servido para poner una vez más de relieve que tanto el sector del transporte de mercancías por carretera como el de viajeros, pero también cargadores y otros actores de la escena logística y de la distribución quieren incluir los combustibles renovables neutros en carbono dentro del proceso de descarbonización de la actividad. De hecho, un total de 48 entidades han firmado un manifiesto por la inclusión de este tipo de combustibles dentro de un marco regulatorio tecnológicamente neutro que reconozca distintas alternativas a falta de una tecnología adecuada.

El evento, organizado por la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (ASTIC), la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) y la Confederación Española de Transporte en Autobús (CONFEBUS), se ha celebrado en el marco de los debates que se están manteniendo en Bruselas sobre el Reglamento de emisiones de CO₂ para vehículos comerciales pesados, en el que no se ha considerado hasta ahora todo el potencial de los combustibles renovables como solución de descarbonización para el sector.

Por ello, se ha solicitado que esta tecnología de los combustibles renovables neutros en CO2 sea contemplada en los planes de descarbonización al mismo nivel que las demás, de modo que la normativa abra las puertas a todas las soluciones energéticas existentes para descarbonizar el sector, ya que se trata de una actividad especialmente sensible a los costes, difícilmente repercutibles a los clientes en muchas ocasiones. De ahí que sea importante diversificar las alternativas disponibles y no limitar la descarbonización a vehículos 100% eléctricos.